
Y entonces vino la inundación de prisa.
Las estrellas en la noche se volvieron profundamente polvo..
Derríteme, dentro de una gran armadura negra.
Dos golpes de sólida roca con cerebros que pueden explicar cualquier sentimiento.
Reduciéndome, enganchándome.. Asegurando los suelos.
Por el plomo y los residuos de mi cama en la que he estado durmiendo.