El humo no es más que solo una parvada de pequeñas partículas
de esas partículas tan diminutas que me hacen sentir, que me hacen olvidar..
Que penetran en mis poros solo para acelerar mi vejez.
Decidí alejarme de el en un momento efímero, pero no podía ocultarme de el, me seguía!
Me seguía a donde iba..
Aléjate! - le grite
Eres algo que ni mi propia voluntad puede aspirar, y sin embargo entras sin permiso.
Te incorporas dentro de mí, para hacer cada vez más rápida mi muerte.
El no contestaba, parecía no entender
y se acercaba cada vez mas ante mi presencia.
Empecé a desesperarme.. Pero mi mente se detuvo al verme sola gritándole a la nada.
El estaba en todas partes, a donde quiera que volteara, ahí se encontraba.
Alimentándose de mi ser..
El aire y el espacio lo ayudaban a incrementar su deforme sombra
y eso me hacia caer mas profundamente dentro del abismo de mis propios pensamientos.
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