Después de iniciar el día con el pie izquierdo al pagar mi transporte hacia Toluca, en lugar de haberme aguantado las ganas de tomarme un Hershey's e irme gratis. Resulta que el día se desenvolvió de lo más tranquilo; tuve una reserva de dos horas veinticinco minutos, que no se compara nada con una de 6 horas, y bueno, el regreso al DF estuvo leeeeento, como era de esperarse por ser viernes y hora pico, además de que cuando llueve en la ciudad la gente se apendeja un chingo y choca y así...
Usualmente utilizo un servicio de taxi particular que pasa por mi al aeropuerto y me lleva a mi hogar y viceversa, así pues estaba yo parada en la puerta 3 platicando con una amiguita en lo que llegaba mi taxi, el cual había pedido hacia 15 minutos... La mamá de esta muchacha llegó y me quedé sola esperando.
Pasó un rato y veo a un pasajero que desde lejos vi tenía la intención de acercarse a mi, obviamente no es nada que me altere o me extrañe puesto que estar uniformada es sinónimo de módulo de información; el señorcito se acerca y me pregunta que si yo hablo español, le contesto que sí, me dice que tiene mucho rato esperando a que lo recojan y que su celular no funciona en nuestro país puesto que es cubano, me dice que necesita hacer una llamada para verificar que alguien ya pasó o va a pasar por él. Debo admitir que al principio no me dio mucha confianza, pero con toda educación y amabilidad accedí a prestarle mi teléfono para que marcara. Hizo la llamada y después de un rato colgó. Me pregunto que cuanto era por la llamada, le dije que nada, que estaba bien, y él insistió e insistió pero me negué rotundamente jaja.
Al final no supo qué pedo con su chofer porque me dijo que lo dejaron en espera y él colgó mejor para no seguir gastándose mi saldo, que quería tomar un taxi cualquiera e irse pero que le habían comentado que tuviera cuidado con los taxistas puesto que se podrían aprovechar de él, asentí triste y le dije que lamentablemente así eran las cosas aquí. Al ver su frustración de no saber exactamente qué hacer, le dije que yo utilizaba taxis particulares, y que si él quería yo podía encargarle uno para que lo llevara a su destino, me dijo que eso seria de gran ayuda y no paraba de repetirme que estaba muy agradecido conmigo y me preguntaba en todo momento "¿cómo voy a poder retribuirte lo que estas haciendo por mi?".
A todo eso, yo solo le sonreía y le decía que no pasaba nada, que solamente era un favor. Aún que poniéndome en sus zapatos, yo también me sentiría igual de agradecida por un favor así en un país que no es el mío, y en fin, pasó que nuestros taxis tardaban y tardaban y tardaban, pero mientras estuvimos ahí esperando (una hora y media) nos quedamos platicando; me di cuenta que era una persona sumamente culta, con experiencias increíbles en muchísimos países, con amigos muy importantes en el nuestro, ex militar y ahora coronel, me mostró fotos de él y su queridísimo amigo Pablo Milanés y me contó cosas de otros países que yo no sabía; como el rápido crecimiento económico y social que se esta llevando a cabo en Bolivia, la organización en el gobierno de los países escandinavos, así como la guerra en México como única solución a nuestro problema...
Un señor verdaderamente revolucionario, que además de sus conocimientos y carisma, tuvo el atrevimiento de aconsejarme de la misma manera que lo hace mi madre:
"No te cases con un hombre al que le gustes demasiado" -me decía- "busca un hombre inteligente con cultura que te admire y cuide de ti; la belleza es algo efímero en esta vida"
"¿Sabes tú qué nos separa a los hombres? Todos somos iguales, con los mismos derechos, lo que nos separa es la cultura y el conocimiento; los dueños del mundo no son hombres fuertes, sino inteligentes. El conocimiento y la cultura es esencial para entender todo lo que nos rodea y poder vivir con ello en paz y disfrutar la vida, la gente que no tiene eso se perturba y no sabe vivir".
Y me contó mas cosas sobre él, como cuando desde que era joven nunca ha dormido por más de 4 horas seguidas, puesto que siente que desperdicia tiempo valioso para aprender y vivir; pero eso ya es adentrarnos mucho a detallitos pequeños que surgieron en la platica...
Al final de todos sus buenos consejos y su formidable compañía, llegó su chofer en una camioneta Mercedes Benz muy bonita, equipada con pantallitas en la parte trasera de los asientos y todas esas cosas elegantuosas que ya saben (se los comento porque me subí ddddddd).
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